Mentor(?) [Eka]

“¿Dónde esta mi paraguas?”

Bueno ya no importaba, yo era una persona algo extraña, cuando todos se refugiaban bajo el calor de sus acogedoras casas, yo salía al frío clima lluvioso para empaparme, es que de verdad sentía que la lluvia como que limpiaba mi cuerpo hasta mi alma, algo curioso pero bueno era un viejo ritual que tenia desde niña.

Desde que vivía sola siempre salía a caminar bajo la lluvia, pero en esta ocasión era distinto quería que fuera distinto, mis años de fiestas debían acabar de una forma u otra, el sonido de la lluvia precipitándose al suelo me daba una sensación de relajo que me ayudaba a pensar, a planear maneras para salir adelante con mi vida.

Mi paso era calmado, elegante, como si anduviera sola y asi parecía, yo vestida con jeans y un chaquetón con capucha, me adueñaba de las calles, tratando de desviar mi mente, quería pensar solo en la lluvia, y en nada mas, en nada que dañara mi cuerpo.

Varias cuadras recorridas y mi cuerpo ya querían algo que me intoxicara que me hiciera perderme de mi soledad, pero no debía, no podía, me senté en una banca para relajarme.

“Ek, no puedes, no te rindas.”

Yo misma me tenía que dar apoyo moral, puesto que nadie lo haría por mí, estaba sola en aquel lugar a punto de salir a una licorería por una botella grande de vodka.

_No, iré…

De mis labios salieron esas sutiles palabras, como si hubiesen sido pronunciadas sin querer, pero brotaron de lo más profundo.

Yo tenia fuerza, y sabia que en cualquier momento perdía mi vida en el maldito vicio, pero eran años de alcohol, y era lo único claro que tenia, llegaría a mi mansión y me bebería una botella de vodka en la oscuridad, o encontraría una fiesta y me perdería, pero no siempre sera así, y podría comenzar desde hoy, nada me lo impedía, si no era hoy no seria nunca.

"¿Tengo razones para un cambio?..."

Claro que las tenia, era una mujer joven, con poder para lograr lo que quisiera, y sacaría fuerza de voluntad de donde ya no hubiera.
El silencio me servia para replantear mis ideas, pero de un momento a otro mi soledad fue interrumpida, un hombre desconocido se sentaba a mi lado, me aleje unos centímetros, con algo de desconfianza, es que no le vi aparecer, era como si hubiera aparecido de la nada. Debo confesar que me inquiete un poco pero su propuesta me puso aun mas nerviosa.

_Si, para mi una bella noche, y bueno creo que lo del alcohol... Bueno prefiero pasar, quizás una taza de café estaría mejor.

Vaya lo había logrado, bueno hasta el momento, en cualquier otra ocasión habría accedido a la idea aunque se tratara de un desconocido, pero ahora me mantendría firme.